Buxeiro Alonso, X. (2021): “Denunciantes y acusadores. Un estudio sobre la colaboración social con el aparato judicial golpista”, en Saz, I. et al. (Coords.), X Trobada Internacional Investigadorxs del Franquisme, València, CCOOPV/UV, p. 253-266.

El golpe de Estado del 18 de julio de 1936 fue una operación militar preparada y dirigida por profesionales de las fuerzas armadas y por miembros de lo que, en la actualidad, conocemos como cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado . Su plan de asalto al poder resultó inicialmente un fracaso, pero permitió a los golpistas hacerse con el control de una parte importante del territorio español . La rebelión contra la legalidad vigente fue presentada por los militares sublevados como una actuación legítima ante la caótica situación en la que se encontraba el país tras la victoria del Frente Popular . La cooptación de las compe-tencias que hasta el momento habían sido exclusivas del poder civil fue justificada en base a la declaración del estado de guerra . La población fue informada de la nueva situación a través de los llamados Bandos, unos documentos en los cuales se fijaban una serie de normas nuevas y se alertaba de las penas destinadas a los individuos que osaran violarlas . De este modo, la violencia quedaba teóricamente justificada.